lunes, 28 de septiembre de 2020

¡Nos vamos de viaje!: París

Nuestro avión que salió de Barcelona el viernes, aterriza esta semana en la llamada "ciudad del amor". ¿Sabéis de que ciudad estoy hablando? Claro que sí, París es nuestro segundo destino. Aquí visitaremos uno de los símbolos de la capital francesa: LA TORRE EIFFEL.

Vamos a comenzar por conocer la historia de como se construyó esta torre.¡Presta mucha atención! 

¿Te imaginas París sin la increíble Torre Eiffel? Hoy en día es algo impensable porque es el mayor símbolo de la ciudad y el monumento que recibe más turistas en todo el mundo.

A todos nos encanta esta maravillosa construcción de hierro, pero, ¿qué crees que pensó la gente cuando se construyó hace más de cien años?

Sigue leyendo y lo sabrás.

¿POR QUÉ SE CONSTRUYÓ?

A finales del siglo XIX iba a celebrarse en París una Exposición Universal y se esperaban millones de visitantes. Se pensó que sería una buena idea construir un gran monumento para la ocasión y se organizó un concurso al que se presentaron muchísimos proyectos.

El ganador fue el arquitecto francés Gustave Eiffel, quien con su equipo, logró un diseño que consiguió impactar al jurado por su originalidad.

¡El proyecto era ni más ni menos que una inmensa torre de hierro forjado de 312 metros de altura! Piensa que en aquellos tiempos, era algo nunca visto.

La obra duró 26 meses y en ella trabajaron 250 obreros. Se levantó sobre un gran parque llamado Campo de Marte junto al río Sena y cuando se inauguró en 1889, año en que se celebraba la Expo de París, se convirtió en la construcción más alta del mundo. 


¡QUÉ ESPANTO!

Muchos parisinos, cuando vieron la torre terminada, se quedaron horrorizados. Les parecía un amasijo de hierros sin ninguna gracia ni encanto. Incluso algunos artistas famosos, como pintores y escritores de la época, pidieron que se destruyera porque les parecía monstruosa y afeaba la hermosa ciudad de París.

Pero según fueron pasando esos primeros  años, los habitantes de París se acostumbraron a la extraña belleza de la torre y vieron cómo millones de personas de todo el mundo acudían allí deseando contemplarla.  Esto hizo que poco a poco se sintieran orgullosos de ella y la convirtieron en el símbolo de la capital francesa.

¡HAY QUE SALVAR LA TORRE EIFFEL!

En realidad la Torre Eiffel no se había construido para siempre, sino que se había acordado que en cuanto pasaran veinte años, tendría que ser derruida.

Gustave Eiffel  estaba desesperado ¡No quería que destruyeran su gran obra! Pero… ¿Cómo podía evitarlo?

Después de darle muchas vueltas tuvo una brillante idea: Ya que era una construcción tan alta, su cúspide podía ser aprovechada para instalar enormes y potentes antenas de radio. Dio en el clavo porque le hicieron caso y esto la salvó del derribo.

Tras la instalación de esas antenas, la Torre Eiffel alcanzó una altura de 324 metros. Para que te hagas una idea, es tan alta como un rascacielos de más de 70 pisos de altura.

 

EL INTERIOR DE LA TORRE

Desde la Torre Eiffel se disfrutan las mejores vistas de la ciudad. El día que tengas la oportunidad de visitarla desayuna fuerte,  porque para llegar a la parte más alta tendrás que subir nada más y nada menos que ¡1.665 escalones!

Si esto te parece demasiado esfuerzo no te preocupes porque también cuenta con ascensores acristalados que te facilitarán la tarea.

¿Piensas que la Torre Eiffel es totalmente hueca?  ¡Nada más lejos de la realidad! En su interior  la Torre alberga restaurantes para comer algo, tiendas para comprar souvenirs  y lo más interesante, cine y sala de exposiciones que te permitirán aprender muchas más cosas interesantes sobre su curiosa historia.

Si tienes la suerte estar por allí a la hora del atardecer, no debes perderte el maravilloso espectáculo de ver la Torre Eiffel iluminada.

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